Elisa y Marcela

 ¡Hola chicos! Esta semana quería hablaros de una película de Netflix, llamada Elisa y Marcela.

La historia trata de dos chicas del siglo XIX, Elisa vive con las monjas y trabaja en una escuela católica. Marcela vive con sus padres y va a la escuela donde trabaja Elisa. Cuando se conocen se enamoran la una de la otra, sin embargo, su contexto social no les permite estar juntas. Un día los padres de Marcela empiezan a sospechar de su amor y envían a Marcela a un internado fuera de la ciudad. Cuando Elisa y Marcela se separan empiezan a hablar por cartas durante tres años hasta que Marcela volvió a la ciudad a por Elisa. Comienzan una historia de amor y viven juntas, pero un día las ven juntas y empiezan a correrse rumores de que pueden ser pareja. Por este motivo Elisa se va de la ciudad y a los meses vuelve con apariencia de hombre y un nuevo nombre, Mario. En realidad Mario es un primo fallecido de Elisa, y esta le suplanta la identidad para poder casarse con Marcela e irse a otro país para empezar una vida desde cero. Acaban pillándoles la mentira y la policía gallega van en su busca, sin embargo estas se habían escapado a Portugal, y con la ayuda de un policía portugués pudieron vivir allí y cuidar de un hijo que Marcela tuvo con otro hombre desconocido, para demostrar que Mario era un hombre y podía dejarla embarazada. Tiempo después se vieron obligadas a abandonar a su hija puesto que estaban persiguiéndolas. Finalmente, ya de mayores, la hija de Elisa y Marcela habla con Marcela y le pregunta si mereció la pena todo lo que hicieron por amor, a lo que esta no le responde y automáticamente va junto a Elisa que se aproxima en un caballo.

Elisa y Marcela vivieron escondiendo su amor toda su vida. Fueron perseguidas durante años por su condición sexual. Fueron agredidas verbal y físicamente por quererse. Se las consideró una aberración de la naturaleza. 

Yo nací en el 2003, y hasta 2005 no se legalizó el matrimonio homosexual en España. En muchos países aún es pena de muerte y en otros no está legalizado y puede haber represalias.

Me genera angustia y pena, que a parte de que haya habido muchos casos como el de ellas, a día de hoy siga siendo un problema expresar libremente tu condición sexual. Creo que nadie debería tener miedo a expresar lo que siente y por quién lo siente. El buen amor es muy sano, tan sano que puede cambiar a las personas y hacer que tengan una visión distinta sobre la vida. 

Esta película me ha recordado a Carmen y Lola, una película que cuenta la vida de dos gitanas que se enamoran, os la recomiendo. 

Seguiremos luchando por este cambio, por no esconderse y por vivir el amor libremente. Por Elisa y Marcela, y muchas mujeres y hombres que murieron o vivieron toda su vida escondidos por su orientación sexual.

Fuente: Wikimedia Commons