Las personas sordas son iguales que tú y que yo.

 ¡Hola chicos! Por fin la última semana y ya estamos de vacaciones. Ya era hora de tomarnos un descanso, pero antes voy a hacer esta publicación que para mí es una de las más importantes de todas las entradas. Hoy mi post va dedicado a un amigo, Adrián. Él me pidió que la escribiera porque le gusta leer mi blog, y qué mejor manera de agradecérselo. La verdad es que no sé muy bien cómo contar lo que quiero contar así que voy a hablar sobre una conversación que tuvimos muy poco tiempo después de conocernos. 

Conocí a Adri un día de fiesta, él era amigo de los amigos con quienes iba a ir yo. Al principio me miraba todo el rato pero no me hablaba  y yo pensé que no le había caído muy bien, jajaja. Cuando fuimos de camino a la discoteca, María Berrocal, mi amiga y compañera de clase me dijo que Adri era sordo y que necesitaba mirarme los labios para interpretar lo que decía y poder enterarse de la conversación. Esa noche fuimos inseparables y se convirtió en un amigo para mí.

Empezamos a quedar, vivimos en la misma calle, sacábamos al perro pero aún no habíamos hablado del tema. Hasta que un día nos sentamos y le pregunté con muchísima vergüenza sobre su falta de audición porque necesitaba saber cómo quería que me dirigiera hacia él y si necesitaba algo. Adri me miró y se rio,  me dijo que a él le encantaba que le preguntases sobre el tema porque está muy poco visibilizado y no tenía problema. 

Me contó que él nació sordo y llevaba con los audífonos toda su vida. No escucha nada y con los audífonos se le aclara un poco el sonido, pero por ejemplo si yo estoy detrás de él y le llamo, él escucha el tono de llamada, pero no en sí lo que le he dicho, y tiene que darse la vuelta para leerme. Me habló de su hermana, ella también tiene audífono y me contó que para él es guay porque hay cosas que sólo ellos saben, "cosas de sordos" las llamó él. Me dijo que sentía esa conexión con ella porque es una parte de él que pocas personas tienen y yo creo que eso le hace especial y único. También me explicó lo que le gusta conocer a gente sorda por eso mismo, porque sólo ellos saben cómo se siente y es esa esencia que le conecta con los demás.

Me estuvo contando lo complicada que había sido para él la pandemia y los medios de adaptación por parte del instituto. Me dijo que las mascarillas le quitaban muchísima capacidad para entender, y al principio de las clases lo pasó muy mal porque no se adaptaba. Yo le pregunté que cómo se había adaptado en el instituto (él está haciendo el módulo de fotografía en el IES Brocense), y me dijo que algunos profesores llevaban mascarillas transparentes y otros se compraron un pinganillo que se conectaba automáticamente con el audífono de Adri mediante un sistema muy pequeñito que hay dentro de este. Yo me quedé alucinada, porque nunca había escuchado a nadie hablar sobre esto.

Estuvimos hablando también de los implantes cocleares, creo que me dijo que su hermana tenía uno en un oído y en el otro, un audífono, pero que a él por ahora no le hacía falta porque se defendía con los audífonos únicamente.

Después de esto le pregunté por el precio y los gastos que conllevaba. Me dijo que hasta los 16 años les dan una ayuda, pero después nada. Cada vez que cambia los audífonos se gasta más de 1000€, no recuerdo muy bien cuánto me dijo pero mucho dinero. Me da mucha rabia que sea tan complicado costearse algo que necesitas para vivir. Es que al fin y al cabo ellos no tienen la culpa de haber nacido sordos, y que a partir de los 16 ya no tengan ninguna ayuda... y más cuando son dos, o más hijos. Por ejemplo, en el caso de Adri son dos hijos, y sus padres se gastan mucho dinero cuando toca cambiarlos.

La verdad es que después de esta conversación me sentí super tonta porque no entendía por qué me daba vergüenza preguntarle, cuando es algo totalmente normal y de hecho le pregunté para saber cómo dirigirme a él. Esto pasa, y él me lo explicó también, porque estamos super concienciados de que este tipo de discapacidades son tabú y que no se pueden hablar con naturalidad, y hacedme caso que SÍ. Por eso Adri me pidió que subiera esta entrada, porque quiere visibilidad y pedirnos que no les tratemos diferente por tener audífonos. Estamos buscando asociaciones para aprender a hablar lengua de signos porque estuvimos hablando sobre que debería enseñarse para las personas sordas que no llevan audífonos ni implantes, es que tienen un lugar igual que todos nosotros en el mundo y necesitan ser reconocidos.  

Yo pienso que esos audífonos son la marca de agua de Adrián, y que son super especiales. Yo siento mucha admiración por él, le quiero mucho y me aporta muy buenos momentos y sobre todo valores y conocimientos, y ¿Qué hay mas guay que amigos así?

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